el Otro / entrega

 En un principio costó detectar la idea para mi trabajo, pero al enterarme de la profesión de mi retratado -cuidador y mantenimiento en el cementerio de Flores- se encontró un camino. Primero retratandolo en el lugar donde desempeña su trabajo intentando generar un clima que muestre algo más que simplemente a él haciendo lo suyo, entonces me dí con que las fotos comenzaron a adquirir una atmósfera un tanto más misteriosa y dentro del personaje algo iba naciendo.

 Luego me decidí en cambiar la locación, sacarlo del cementerio, la razón fue por problemas con los permisos y condiciones que intentaron imponerme para fotografiar en el lugar pero principalmente debido a una interpretación a una corrección de Gabriel Valansi, el cual me introdujo a Alec Soth, el cual terminó siendo una gran inspiración a lo largo del desarrollo del trabajo. Tenía una nueva meta, con características a mi parecer mucho más jugosas que simplemente mostrar un cuidador de cementerio, en un cementerio, haciendo su trabajo. 

 Me encontré luego intentando reflejar características de ensoñación sumándole el motivo del viaje. La motivación respecto al trabajo creció enormemente, fogoneado también por unas buenas clases teóricas que atraparon mi atención. 

 La locación fue elegida con la intención de reflejar un lugar atemporal, de ensueño, que posea una clara intervención del hombre representando lo mundano pero que fuese a la vez un exterior así poder mostrar el cielo, lo divino, haciendo énfasis en representar al crepúsculo, que es la unión entre los dos mundos, el de los vivos y el de los muertos, el cielo y el infierno. Maximiliano, con su profesión, viaja constantemente entre estos dos mundos. 



Aquí adjunto también la foto del bodegón: